La esencia es aquello que contesta a la pregunta sobre lo
que una cosa es, es la sustancia considerada como algo definible, es aquello
que está compuesto de materia y forma y
es aquello que puede ser únicamente forma en un ser inmaterial, sin
embargo, la existencia es el acto que permite que una esencia o sustancia tenga
ser, aquello por lo cual una sustancia material o inmaterial es un ser real, es
la existencia.
La metafísica aristotélica conduce a una
interpretación del mundo difícilmente conciliable con el cristianismo: el mundo
es eterno y está compuesto de una multiplicidad de sustancias que, en cuanto
tales, tienen la misma entidad. La distinción que ya había establecido entre la
esencia y la existencia será la respuesta que buscará santo Tomás basada
especialmente en la teoría del acto y la potencia, habrá que distinguir en cada
sustancia la esencia de la existencia. La esencia está respecto a la existencia
como la potencia respecto del acto. Lo que una cosa es, su esencia, puede ser
comprendido independientemente de que esa cosa exista o no, e
independientemente de su existencia o no, la esencia se mantiene inalterable
siendo lo que es.
Por ejemplo, comprendemos lo que es un
hombre independientemente de que existan o no hombres, y lo mismo con cualquier
otra sustancia. La esencia sería, pues, una cierta forma de ser en potencia:
para existir tendría que ser actualizada por otra entidad que le diese la
existencia, ya que nada puede ser causa de su propia existencia. Por lo tanto,
todas las cosas que existen son un compuesto de esencia y existencia. En ese
sentido son contingentes, es decir no tienen en sí mismas la necesidad de
existir, pueden existir o no existir. ¿De dónde les viene, pues, la existencia?
Ha de proceder de otra sustancia que exista eminentemente, es decir, de una
sustancia cuya esencia consista en existir y sea, por lo tanto, un ser
necesario: Dios. Se establece así una distinción o jerarquía entre los seres:
los contingentes, los que recibe su existencia; y el ser necesario, aquel en
que la esencia y la existencia se identifican.
La concepción de la esencia se modifica
con respecto a la concepción aristotélica: para Aristóteles la esencia venía
representada exclusivamente por la forma; para Sto. Tomás la esencia de los
seres contingentes comprende también la materia, y la esencia de los seres
espirituales se identifica exclusivamente con la forma, ya que carecen de
materia. Se establece pues una separación radical entre Dios y el mundo,
haciendo del mundo una realidad contingente, es decir, no necesaria, y que debe
su existencia a Dios, único ser necesario. Por lo demás, en la medida en que la
existencia representa el acto de ser se establece una primacía de ésta sobre la
esencia. Esta identificación del ser con la existencia le permitirá a Sto. Tomás
hablar de seres constituidos por formas puras, como los ángeles y Dios,
distinguiéndose en que los ángeles reciben también la existencia de Dios. Le es
posible, entonces, admitir sustancias inmateriales, lo que desde una posición
estrictamente aristotélica resultaría difícilmente sostenible.
La distinción entre esencia-existencia no es una distinción física sino metafísica.
Esto quiere decir lo siguiente:
- La esencia no existe físicamente separada de la existencia. Ello significa que Tomás de Aquino no creía en un "mundo" de esencias existentes ni en un mundo de existencias "existentes". No hay una idea general de existencia que viene de fuera y se inserta en las cosas particulares. De todos modos la existencia es un don divino En este sentido, la distinción es un principio que nos ayuda a comprender la dependencia de lo creado por dios
- Que no sea una distinción física no significa que no sea una distinción real o que Tomás pensara que era una mera distinción mental. Es una distinción real siempre que no entendamos por real lo igual a dos cosas físicas diferentes. Cuando Tomás habla de un "compuesto real de esencia y existencia" lo que quiere decir es que el acto por el cual algo tiene realmente su esencia, es decir, por lo que realmente llega a ser una sustancia, es causado por algo externo a la misma esencia o sustancia. No es una distinción meramente mental la que se da entre esencia más existencia. Ahora bien, ¿qué es lo que sucede con Dios? Tomás de Aquino pensaba que en EL, tal identificación, se daba: esencia y existencia coinciden en Dios. Pues bien, si la distinción entre esencia y existencia fuera solamente mental o lingüística, y no real, es evidente que si alguien explicara lo que significa la palabra Dios debería "ver" inmediatamente su existencia, pero Tomás de Aquino pensaba que ello NO era posible. Recurre también a las teorías platónicas de la participación y la causalidad ejemplar: los seres contingentes reciben la existencia de Dios, por lo que su existencia participa de alguna manera de la existencia de Dios, el único ser necesario, lo que conduce a Sto. Tomás a similares dificultades a las que la teoría de la participación había conducido a Platón, aunque ahora en un plano más estrictamente teológico.
- La esencia no existe físicamente separada de la existencia. Ello significa que Tomás de Aquino no creía en un "mundo" de esencias existentes ni en un mundo de existencias "existentes". No hay una idea general de existencia que viene de fuera y se inserta en las cosas particulares. De todos modos la existencia es un don divino En este sentido, la distinción es un principio que nos ayuda a comprender la dependencia de lo creado por dios
- Que no sea una distinción física no significa que no sea una distinción real o que Tomás pensara que era una mera distinción mental. Es una distinción real siempre que no entendamos por real lo igual a dos cosas físicas diferentes. Cuando Tomás habla de un "compuesto real de esencia y existencia" lo que quiere decir es que el acto por el cual algo tiene realmente su esencia, es decir, por lo que realmente llega a ser una sustancia, es causado por algo externo a la misma esencia o sustancia. No es una distinción meramente mental la que se da entre esencia más existencia. Ahora bien, ¿qué es lo que sucede con Dios? Tomás de Aquino pensaba que en EL, tal identificación, se daba: esencia y existencia coinciden en Dios. Pues bien, si la distinción entre esencia y existencia fuera solamente mental o lingüística, y no real, es evidente que si alguien explicara lo que significa la palabra Dios debería "ver" inmediatamente su existencia, pero Tomás de Aquino pensaba que ello NO era posible. Recurre también a las teorías platónicas de la participación y la causalidad ejemplar: los seres contingentes reciben la existencia de Dios, por lo que su existencia participa de alguna manera de la existencia de Dios, el único ser necesario, lo que conduce a Sto. Tomás a similares dificultades a las que la teoría de la participación había conducido a Platón, aunque ahora en un plano más estrictamente teológico.
Ningún ser finito existe necesariamente. En el ser finito la
esencia es distinta de la existencia, del mismo modo que el acto lo es de la
potencia. La función de la existencia es diferente de la forma y de la esencia:
la forma determina o completa la esfera de la esencia, sin embargo, no
actualiza a la esencia, quien actualiza a la esencia es la existencia. La
existencia no es ni materia ni forma. No es ni esencia ni forma parte de ella.
La existencia es el acto por el cual la esencia es.
Trata de elaborar un discurso propio. Investiga, lee, contrasta información y cuando estés preparada haz tu aportación. Un artículo es algo más que un simple resumen o "corta-pega". Cuida la estética, incluye alguna imagen
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